Fin de esta etapa.
Lamentablemente hoy en el Km 698 + o – del Paraná, amanecí con un malestar que me hizo pensar que el esfuerzo que había hecho para llegar hasta acá era suficiente.
Sabrán que estoy operado del bobo y cuando noté que este estaba algo apurado, mucho mas que mi normal 65 ppm, en reposo, me replanteé todo y debido al esfuerzo que me tenía que someter para llegar a Corrientes lo menos tarde posible, sin descansos intermedios, juzgué lo mas razonable cuidar las navegaciones futuras en desmedro de esta tan esperada, elaborada, y deseada.
Finalmente les comentó que seguro, si hay vida, hay un Plan B, por el mismo sitio del Iporâ, se irán enterando, solo necesito descanso para volver a soñar.
Lamento no haber podido satisfacer las expectativas de todos ustedes, la actividad náutica es así, y mucho mas con un septuagenario a cargo… je.
Todos los días terminaba mi relato con una palabra entre signos de interrogación, teniendo en cuenta que esa premonición se cumplió, voy a seguir insistiendo con un leve cambio en la palabra en cuestión:
Abrazos para todos y cada uno, Ernesto.
¡Continuará…!