05-06-11
Finalmente luego de meses de preparación el Iporâ, esta navegando…
Todo comenzó en el año 2008 cuando volvimos de Cuiabá en el Guaraní, un microtoner al que habíamos llevado por tierra desde Ezeiza, donde esta nuestra casa hasta la capital de Mato Grosso, luego de recorrer casi 4000km con el barquito en tráiler lo botamos en el río Cuiabá, y de allí bajamos la sub-cuenca Paraguay – Paraná hasta San Isidro, llegando a nuestro club luego de navegar algo mas de 3500 Km aproximadamente, atravesando el Gran Pantanal.
Fue en ese viaje que nos dimos cuenta que la región era extraordinaria y que merecía el enorme esfuerzo de recorrerla de ida y vuelta y con alguna comodidad, de manera de poder aprovechar mejor el viaje, en aquel primero algunas fotos y mucho texto y muchas ganas de volver con mas tiempo.
Finalmente en eso estamos, los trabajos a bordo han finalizado y ya estamos en Zárate, pero todo no fue tan simple rápido y sencillo.
Teniendo en cuenta la complejidad del viaje muchos detalles debieron ser tenidos en cuenta.
No solo cosmética y fondo del casco, sino también un recorrido total a la pare mecánica del barco.
Es un Grandjean de 8.72 m de eslora, y 2.90 m de manga , desplaza algo de 4 Ton. Contamos con tres cuchetas ,baño y espacio para cocinar, dinete, tiene buena capacidad de estibaje, y para tres tripulantes es cómodo. Mejoramos el tanque de agua, ahora contamos con uno nuevo de casi 230 lts, que nos permitirá una autonomía para 3 personas de algo de 20 días, luego contamos con elementos para potabilizar agua, para el caso de algún problema que no tenga aislados mas tiempo.
La generación de electricidad esta reforzada con un generador Honda , que nos dará los 220v que las baterías de la viedeo-cámara y cámara de fotos nos pide, por supuesto mejora la generación eléctrica general y nos permite utilizar a discreción herramientas eléctricas comunes.
El combustible para el motor del barco, fue un capítulo aparte.
Debemos alimentar un Toyota 2L, que nos pide algo de 4/5 Lts hora.
De acuerdo a las incursiones que tendríamos que hacer en Mato Grosso, al norte de Corumbá, sabemos que deberemos tener una autonomía de 1000 Km, entonces la cuenta es clara, a bordo deberemos tener como mínimo 500 lts de diesel. Para transportar esa cantidad el barco cuenta con 190 lts, llevamos en proa un tambor con 200 Lts, luego con bidones de 25 / 30Lts completamos 535 lts, y además con los bidones equilibramos la carga.
Como motor auxiliar llevamos un fuera de borda de 20PH 4 tiempos, para eso llevamos 25 lts de nafta.
Para atender los problemas de navegación y por la falta de cartografía en varias zonas, repetiremos lo que hicimos con el Guaraní, llevamos cartas Google Earth, en JPG, con eso sobra para encontrar los atajos que muestran mejor el entorno, pues cuanto mas angostos son los riachos, mas atractivo se muestra el lugar y mejor se llega a la vida silvestre.
Un GPS nos irá mostrando los paralelos que vamos cortando al bajar las latitudes en la ida y al revés en la vuelta, nada mas hace falta pues no tendremos nunca dudas de estar en el rio… Si nos mostrará al final del viaje todo el recorrido que hicimos.
Los preparativos fueron muchos y sería tediso enumerar cada uno de ellos, además hay cosa que son soluciones personales que admitirían otros recursos.
Es indispensable hacer notar que todo, no se hizo solo, sin la ayuda de mi familia, esposa e hijos esto hubiera sido imposible.
Contamos con la ayuda siempre bien dispuesta del personal de nuestro club, el Club de Veleros San Isidro, con Jorge, Fidel y Alejandro a la cabeza pero fueron muchos los que arrimaros desinteresado esfuerzo.
Luego los amigos siempre dispuesto a dar una mano, un consejo.
Pese a que este viaje será compartido por varios familiares y amigos, será además de gran amigo, Luis Martiarena la pieza fundamental en los tramos mas largos del viaje, pues es de los que solucionas todo con una simpleza increíble.
Partimos desde nuestro Club el 5 de junio, a las 1000, y llegamos a Zárate a las 2000, sin novedad… sin novedad es una forma de decir, pues dejé para o último la enorme sorpresa que nos tenían preparada los amigos del Club Grandjean.
En principio, dos o tres de estos barcos salieron de nuestro Club con un velero, Flopy donde la familia Valls llevaban a Mi mujer Graciela y mi hija Aime, hasta allí era una despedida normal, la Flopy nos acompaño hasta el Vinculación, nosotros seguimos río arriba por el Lujan, no fue fácil a bordo, ver a mi hija y esposa alejándose en el velero, a poco de andar y sorpresivamente aparecían Grandjean por todos lados, también dos veleros amigos mas.
Cuando la caravana llegó al Canal Arias, solo quedaban los cruceros, éramos en total, algo de 15 ruidosos barcos que despertaron la tranquilidad del Delta con sus sirenas , bocinas, silbatos.
De a uno se fueron adelantando en la caravana que encabezamos y de esa manera los saludábamos de a uno, al llegar al Paraná de las Palmas nos encontramos con un grupo de barcos al que debíamos atravesar para recibir el último saludo y deseo de buen viaje, desde ya se aflojaron mis rodillas y algo pasó que mi vista se nubló, Luis al timón Chiche y yo en cubierta saludando fotografiando, y emocionándome, vimos alejar en nuestra popa esa enorme masa amistosa de barcos, todos iguales, sin embargo todos distintos como sus dueños , pero unidos en un enorme deseo desparramando en las aguas del Delta que hicieron que la proa del Iporâ, encare con mas entusiasmo todavía, los miles de kilómetros que nos separan de nuestro club y de semejante calidad de amigos y compañeros.
Ahora solo queda el intento, y los casi siete mil kilómetros que nos traerán de vuelta a casa, a juntarnos con nuestros familiares y amigos.
En La ciudad de Corrientes se unirá a nosotros Graciela mi esposa, y otros amigos se irán turnando para poder hacer realidad el intento.
Sabemos que es muy complejo el intento, pero estamos seguro de de no fracasar pues estamos dispuestos a intentarlo. Llegar o no será otro tema…
¿Continuará…?