Puente Rosario -Victoria.
Unos días en Rosario, sirvieron para recargar pilas, y terminar de prolijar el barco, pues el tema alternador fue reformado nuevamente. Luis volvió a su trabajo, le dimos licencia haya Asunción. Se incorporó a la barca Fernando Giménez, hermano de Gra haciendo sus primeras “flotadas” en la Gran Cuenca.
Cuando traspusimos la bocana de la Caleta del Club de Regatas Rosario, eran las 0745 de este 14 de Junio.
Nunca tan normal todo, aprovechamos al máximo los consejos de Juan La Bianca, local y baqueano de estas y muchas otras aguas, amigo, que digo amigo, hermano y compañero del Torroba, que hoy es su barco y del Guaraní en aquellos primeros cientos de kilómetros.
La cosa comenzaba después de pasar debajo del puente que une Rosario-Victoria, allí nos apartamos del canal principal por detrás de la isla, se llama Paso Destilería, y cuando este te enfilaba al canal principal, tomamos a estribor otro atajo, el Riacho Paraná Viejo, luego dejamos por babor la isla Carcarañá, donde una gran cantidad de chatas están amarradas esperando su turno de trabajo.
Continuamos por ese borde rojo del Paraná alejándonos de las costas cargadas de movimientos de grandes buques, cerealeros, petroleros y seguramente otro tipo de carga, son muy notables las nuevas instalaciones cerealeras, que estos años están apareciendo.
Dejamos por babor la Isla del Encanto, de los Pájaros, y cuando el río Paraná volvía a cauce único, alla por el Km 473, y nosotros salíamos a su encuentro con R° N, para juntarnos en el Paso Correntoso , en un solo gran río, vimos que nuestra ecosonda comenzaba a marcar valores de “Canal Costero”, justo allí donde el brazo del Paraná nos llevaba se ensancha comenzaron a repetirse valores por debajo de 10 pies… ¡que digo de 10 pies, debajo de ocho, de seis, de cuatro y hasta un dos atrevido apareció en la pantalla.
La cancha que mostraba el río ni camalotes traía como para adivinar por donde el agua, por la mayor profundidad corría mas rápido.
Buscamos a costa verde, digo verde por los árboles… , pues boyado lógicamente no hay. Comenzó la danza de números, 8, 7, 6…2…viramos a estribor… 2 patas… volvimos para casa, 3 patas, volvimos casi hasta ver la farola de san Isidro… 6,7,8 pies, ¡bueno!, busquemos el centro de la cancha, 7,5,4,3,5, de patas, pero notamos que era constante, el fondo ondulaba entre los 3 y 6 pies. Pansamos a rumbó norte bien por el medio de la cancha, y fue entonces cuando las ondulaciones estaban cada vez mas abajo, respiramos aire puro del Delta Entrerriano, cuando los valores llegaron finalmente a 70 pies, allí apuntamos directo al extremo E del Paso Correntoso, según Juancho teníamos un excelente fondeadero, y asi con 70 pies pegados a la costa roja subimos el río Paraná, hasta que apareció el arroyo Piaggio, cuando lo vi desde afuera me dije, me quedo dos meses acá y luego vuelvo, saco muchas fotos y es digo a todos que son de Pantanal… pero no, no pude hacer eso, mentir y exagerar un poco no hubiera sido el problema, después de todo, los que leen y yo que escribo, somos navegantes, y estamos hechos al habito de las conversaciones de los bares de los clubes, jamás nadie lo habría notado. Pero hete aquí, que no veo ni un pequeñito yacaré ni embalsamado, menos carpinchos y que les digo si buscaría un yaguareté, un tapir o un jabalí.
¡Qué joda me dije! Deberé continuar este intento y olvidarme que como hombres fuimos tan pavos que perdimos la posibilidad de ahorrarnos un viaje a Pantanal, para tener en casa casi lo mismo que hay allá…en fin seguiremos…
Estaba por escribir ¿Continuará…? Y recordé lo que dijo un amigo, por eso y por estar cómodamente sentado en el cockpit mirando el paraíso, y al agua ir para donde están, quiero hacer un pequeño comentario.
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El hispanizado amigo Osvaldo Reguera , opinaba que mi necesidad de todos ustedes ,se frustraba con la conectividad a internet, y es verdad me encantaría en este momento contarles que hoy también conversé con Celesia, que a Clarinete Armando le hacía alguna broma y él me respondía con alguna cordobezada, o comentaba de amperes y voltios con el Rafa, mientras Silvita se asomaba a la pantalla y sonriente, como siempre decía: ¡hola Ernestín! y si ese escenario es mejor.
Pero lo que este momento me da es tiempo, tiempo como para escribirles algo que sea digno de ustedes, y despierte el interés de algunos, la joda de otros, estimulado justamente, por la falta de lectura de mail.
Hoy sin Internet, ni señal telefónica estoy rodeado de mis hijos , mujer y nietos, y también de todos ustedes, hasta los que están en la lista mentirosa de “enojados”, hoy siento que todos estamos como desde aquellos primeros días… que además de navegar por el mundo, intentamos infructuosamente arreglarlo.
Por eso hoy sin señal los siento cerca, mas cerca que cuando Skype funciona diez puntos, hoy en el paraíso, me siento pleno y sin conectividad… aparente.
Osvaldo Reguera, gracias, vos me hiciste sentir, esto.
¡¡Continuará…!!
Con la Publicacion :Croquis de los Ríos del SHN esto se puede entender mucho mejor.